tokiohotelworld

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viernes, 23 de marzo de 2012

Una primera pesima cita


(Bill)

No pude pronunciar sonido alguno cuando vi salir a SIL del baño. ¡Wao! Estaba sorprendido de lo preciosa que se veía. Ahora si lucía como alguien normal aunque su belleza modificaba eso un poco.

-          ¿Me veo mal? – preguntó asustada de que yo no dijera nada - ¡Sabía que me vería muy mal con esta ropa! – dijo inocentemente
-          ¡Claro que no! – me apresuré al decirle cuando ella se disponía a irse al baño para volverse a cambiar de ropa
-          ¿Entonces por qué me ves de esa manera?
-          Es que no tengo palabras para describir lo bellísima que te ves – después de que dije eso, sus mejillas se ruborizaron – que bueno que vendrás conmigo, es una hecho que seré la envidia de todos mis amigos – dije con una sonrisa maliciosa en el rostro - ¿Nos vamos? – le pregunté ofreciéndole mi brazo y ella lo tomó
-          ¡Bueno vamos!

Cuando llegamos todos los chicos de la fiesta no le quitaban la mirada de encima. Algunos la miraban con cara de enfermos y ella como siempre tan inocente, nerviosa y aferrando su brazo al mío para que no la dejara por ningún momento.

-          Iré por una bebidas – dije y me solté de ella – prometo que no tardaré, solo espérame aquí

Fui hacia la cocina solo por unas bebidas pero entonces me encontré con mis amigos y empezamos a platicar un rato. En ese momento me olvide por completo de que había venido con Sil. Yo estaba de lo más feliz riéndome con mis amigos cuando de pronto uno de ellos dijo…

-          Creo que se quieren bajar a tu novia Bill – volteé a ver a SIL y entonces vi que un chico la estaba molestando. Este la tenía tomada de la cintura y al juzgar por la expresión de su rostro ella estaba muy incómoda con eso
-          ¡Ahora vuelvo! – dije con el ceño fruncido

Caminé hacia ese chico y le toqué el hombro.

-          Creo que estás molestando a mi chica – ese chico se volteó y me fulminó con la mirada
-          No creo ya que si fuera tu chica dejarías a una belleza como está sola en la fiesta
-          ¿Entonces tendré que demostrártelo? – jalé a mi amiga hacia a mí y la besé apasionadamente en los labios. Poco a poco cerré mis ojos y me olvidé que habían personas a nuestro alrededor. Solo quería besarla y no detenerme jamás
-          ¡Ok! Me quedó claro – ambos nos separamos lentamente – pero ya sabes preciosa, si este chico no te hace feliz puedes venir a buscarme
-          ¡Imbécil! – grité y le proferí un puñete en el rostro. El era mucho más grande y fuerte por lo que no le costó nada tumbarme al suelo
-          ¡ANIMAL!- le gritó SIL y le pateó en los genitales - ¡Vamos Bill! – me ayudó a levantarme y ambos salimos de la fiesta – no puedo creer que me hayas dejado sola

SIL no quiso regresarse conmigo ya que estaba muy enojada por lo que desapareció. Yo era un completo imbécil y lo peor era que no podía borrar ese beso de mi cabeza.



lunes, 12 de marzo de 2012

Creo que lo amo


(Sil)

-          Por nada debes permitir que Tom o Gustav se acerquen a Bill, podrían usarlo como carnada para acercarse a Brenda. Debes protegerlo a toda costa. Georg se encargará de cuidar de Brenda – dijo mi padre

Creo que mi padre no tenía que recordarme que tenía que proteger a Bill como si fuera mi vida ya que era en eso exactamente lo que se había convertido… en mi VIDA. En todo este tiempo que había pasado con él, lo había conocido un poco más y esa parte en él me encantaba a tal punto que Bill empezaba a gustarme demasiado.

Lo único que no le mencioné a mi padre fue el hecho de que Bill ahora podía verme. Temía que si lo hiciera el optara por separarme de él. Había creado cierta dependencia hacia mi protegido. Sentía que ya no podía estar alejada de él porque cuando no estaba a su lado, lo extrañaba demasiado. Antes no me sentía así ya que no solo lo veía como el objeto al cual cuidaba pero ahora lo veía como un hombre… el hombre al cual amaba.

Esto que sentía estaba muy mal porque para empezar Bill era un humano y yo un ángel, no era específicamente el hecho de que ambos fuéramos completamente diferentes lo que lo hacía imposible sino el que yo no moriría jamás y no estaba segura de poder soportar verlo morir.

-          Bueno padre si eso es todo lo que tenías que decirme, será mejor que vaya a cuidar del mortal – dije y en cuestión de segundo me aparecí en la habitación de mi protegido
-          ¿Por qué tardaste tanto?... creí que ya no vendrías – creo que eso había sonado más como un reclamo – hay algo muy importante que debo preguntarte – dijo Bill y me tomó de la mano para obligarme a sentarme a su lado
-          ¿Qué pasa Bill? – pregunté preocupada

Por un momento creí que me diría algo malo. El se levantó y luego se paró en frente de su closet.


-          ¡Habla ya! – me desesperaba su silencio
-          ¿Con cuál debería ir a la fiesta… con el pantalón negro o el blanco? – (¬¬) - ¿Qué? Esto es importante para mí, no puedo ir mal vestido. Será una de las fiestas más salvajes del año
-          Supongo que con los blancos se te vería mejor – dije algo decepcionada de que su pregunta no tuviera que ver con la relación que ahora teníamos
-          Me gustaría que fueras conmigo pero que lastima que no puedes deshacerte de esas alas
-          ¡Claro que puedo! – dije e hice que mis alas desaparecieran
-          Entonces ponte más hermosa… aunque eso es imposible porque así eres perfecta – repentinamente me sonrojé con lo que dijo – esta noche tú serás mi pareja
-          ¡Está bien! Aunque crees que llame la atención esta ropa – dije mirando mi vestimenta
-          Claro que sí pero tomaremos prestado algo de la ropa de mi hermana… ¡Ven! – me tomó del brazo y escogió un vestidos y unos zapatos para que yo usara – con esto lucirás preciosa – ahora vete a cambiarte – me empujó hasta el baño

viernes, 2 de marzo de 2012

Es una locura


(Karla)

Ambos nos miramos fijamente a los ojos por unos cuantos segundos pero luego sentí un deseo incontrolable de besarlo. De repente el acercó su rostro al mío y me besó de una manera agresiva pero apasionante. Al principio no supe si lo correcto era corresponderle pero solo me dejé llevar por el momento y entonces mis labios se movieron juntos con los de él. El sabor de aquello carnosos y rojos labios me resultaba muy agradable. Yo acaricié su rostro tiernamente mientras que él coloco sus manos sobre mi cintura para aferrarme a su cuerpo. Después de unos segundos más yo me apresuré a levantarme del suelo y él se me quedó viendo. No entendía por qué lo besé y muchos menos por qué deseaba tanto hacerlo otra vez.

-          Espero que te haya quedado claro que no vamos a dejar que regreses a casa – dijo con aquella mirada neutra – aquí te quedarás hasta que Demetri decida que haremos contigo
-          Tom… - iba a acercarme a él otra vez pero entonces él se apresuró a salir sin decir nada acerca de nuestro beso

Los días posteriores a este él venía  vigilarme pero no me dirigía la palabra. No después de aquel beso que nos dimos. Su indiferencia me lastimaba e intentaba acercármele pero el solo me alejaba de su lado.

-          ¿Vas a seguir ignorándome? – dije mientras apoyaba mi cuerpo en la pared y él me observaba a través de las rejillas – solo fue un beso, nada del otro mundo… ¿Hay algún problema con ello?
-          El problema está en que deseo hacerlo otra vez – ahora cambió su serio rostro por uno más alegre con aquella angelical sonrisa que poseía
-          ¡Pues hazlo!... juguemos con juego hasta que uno de los dos termine quemándose
-          Contigo terminaré carbonizado – abrió la celda y se acercó a mí lentamente sin darse cuenta de que me estaba dejando la salida abierta – quiero besarte y hacerte mía – entrelacé mis brazos en su cuello y lo besé dulcemente

Hubiera podido aprovechar este preciso momento para escapar pero ahora solo deseaba besar a este hermoso vampiro de la tez pálida que me encantaba.

Repentinamente nuestros labios se movían de manera agresiva y me di cuenta de que él no respiraba aunque no entendía la razón. A los pocos segundos me empujó agresivamente.

-          ¡No puedo! – dijo enojado consigo mismo
-          ¿Qué pasa? – pregunté confundida
-          Puedo terminar lastimándote y no quiero hacerlo Karla, será mejor que dejemos esto aquí
-          Pero Tom… - el me tomó del hombro y beso mi frente
-          Te veo después – desapareció muy rápido

Hubiera deseado ser un vampiro pero ya lo habíamos intentado y el hecho de ser hada me hacía invulnerable al veneno que Tom poseía, lo que no me permitía convertirme en una de ellos.












jueves, 1 de marzo de 2012

CUIDADO



(Tom)

-          ¿Por qué tardaste tanto bebé? – preguntó Zamy mientras entrelazaba sus manos en mi cuello
-          Tenía cosas que hacer – puse mis manos en su cintura y aferre su cuerpo al mío - ¿Qué querías decirme con tanta urgencia? – ahora la tomé bruscamente del cabello para acercar su rostro al mío y besarla de manera agresiva
-          Demetri está empezando a sospechar que tenemos un romance querido así que creo que deberíamos simularlo mejor

Zamy y yo mantenía lo que se podía decir un romance, aunque no lo era del todo pero aún así debíamos de cuidarnos de ser encontrados por su padre. El era muy sobre protector y también algo celoso.

-          Otro asunto que tenía que informarte es que Demetri quiere que custodies la celda del hada ese, podría escapar y por ahora no es útil – ¡Genial! Se supone que ahora debía de cuidar de esa tonta hada solo porque el jefe me lo pedía
-          ¿tengo que hacerlo ahora? – el pregunté algo desganado
-          ¡Así es! – la besé por última vez en los labios y luego fui a visitar a nuestra prisionera

Cuando llegué a su celda ella estaba tirada en el suelo. Parecía una muerta. Me apresuré a abrir la celda y la tomé entre mis brazos.

-          ¡Despierta tonta! – grité desesperado – ¡oye despierta! – sus labios estaban resecos y su piel muy fría. Le tiré una cachetada pero ella no reaccionaba. La puse a un lado y me levanté para buscar a uno de los guardias. De pronto alguien me empujó y aquella hada empezó a correr - ¡Hey vuelve aquí! – empecé a seguirla pero no me costó mucho atraparla – ¡con que intentado escapar eh! – dije y la tomé muy fuerte del brazo
-          ¡Suéltame! – dijo e intento soltarse pero yo era mucho más fuerte  - realmente no entiendo porqué me tiene aquí si no soy quien buscan – dijo mientras la volvía a encerrar - ¡Vamos déjame salir! – hizo una carita tan tierna que casi me convence
-          ¡No!... no te irás hasta que hayamos encontrado a la elegida de sangre – la expresión de su rostro cambió por una más seria - Mira Karla no sé que tengas de especial pero el jefe te quiere aquí y ahí te quedarás
-          ¡Solo mírame! – la verdad es que tenía un aspecto terrible – no puedo seguir un día más aquí. Quizás yo podría ayudarlos a encontrar a la elegida de sangre
-          Buen intento pero ¡no!... es más, yo me quedaré aquí contigo

Me metí a la celda junto con ella y nos encerré a ambos con llave.

-          Ahora si puedo vigilarte mejor – ella quiso acercarse a golpearme pero repentinamente tropezó con un roca y cayó sobre mí

Sus labios también chocaron con los míos. Ambos nos observamos fijamente a los ojos por una milésima de segundo y de pronto empecé a besarla de una manera agresiva y apasionante. Sus labios se movían junto con los míos. Todo esto era tan extraño. Ella acarició mi rostro y yo la tomé por la cintura.

CONTINUARÁ…